Dálmata

Razas de perros

Dálmata



Seguro que tiene más de 101 manchas, pero se mueve tan deprisa que ¿Quién podría contarlas?

Descripción del Dálmata

No hace falta ser demasiado observador para saber qué hace del Dálmata un perro tan cautivador: sus manchas negras y nítidas resaltadas sobre un fondo blanco, limpio y brillante. Este peculiar pelaje subraya la constitución de un cuerpo fuerte, esbelto y equilibrado. Originalidad y elegancia en estado puro.

Histora del Dálmata

Su origen no está muy claro, aunque la teoría más verisímil es la que habla de que el Dálmata sería descendiente del Braco de Bengala, una raza hoy desaparecida.

Sin embargo es seguro que este perro era el favorito en la región de Dalmacia, en Croacia, donde fue empleado como mensajero durante la Guerra de los Balcanes.

El Dálmata ha tenido todo tipo de trabajos a lo largo de su historia: desde acompañante de los coches de caballos (por algo le llamaron “perro de diligencia”) o artista de circo, hasta ayudante y mascota del cuerpo de bomberos en Estados Unidos.

A un lado y otro del charco, la posesión de un Dálmata era signo de distinción durante el siglo XIX y a esta moda se apuntaban tanto los grandes terratenientes americanos como los aristócratas y caballeros ingleses.

Después de haber caído en el olvido, esta raza volvió a su antiguo auge después del éxito de la película “101 Dálmatas”. Adorados por millones de niños y no tan niños, el Dálmata empieza a recuperar la popularidad y aprecio que merece.

Carácter del Dálmata

Pese a su innegable belleza, el Dálmata no tiene nada de superficial y no soporta ser tratado como un perro de escayola. Conoce sus muchas virtudes y le encanta poder ponerlas al servicio de su amo y de toda la familia.

Es un excelente compañero que se distingue por ser apegado, sensible y leal, una fuente constante de cariño aderezada con buenas dosis de energía. Cuando un Dálmata quiere a alguien, ¡lo hace con todas sus fuerzas!

La mayoría de los cachorros son hiperactivos. Este rasgo, que hace las delicias de todos mientras el perro es manejable, puede convertirse en un problema cuando el pequeño torbellino de manchas se convierte en un jovencito hecho y derecho lleno de músculos y dientes.

Para evitar malos hábitos, lo mejor es empezar cuanto antes a aplicar cierta disciplina. La educación correcta hace maravillas en este perro inteligente y garantiza una convivencia agradable y una buena adaptación a vivir dentro de casa: el Dálmata no es un perro de exterior, ya que no tolera pasar mucho tiempo solo.

Sin embargo las travesuras son lo suyo y su instinto cazador le lleva a correr, saltar y trepar. Está claro que lo mejor para la buena salud mental de su propietario es que haga este tipo de cosas fuera de casa.

Cuidados del Dálmata

El punto débil del Dálmata son los oídos: muchos son sordos de nacimiento, un problema fácilmente evitable a la hora de seleccionar el cachorro adecuado.

También son propensos a los cálculos de riñón, por lo que las salidas frecuentes resultan obligatorias: la retención de orina es uno de los factores que más agravan el problema.

Un Dálmata bien criado que disfrute del cuidado de unas manos experimentadas tiene más de diez años por delante llenos de salud y vitalidad.

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